lunes, 18 de abril de 2011

ESTO ES QUE TE CAGAS


¿No te ha pasado que te vas de viaje y no puedes cagar?

El agua, las comidas... no sé, pero no puedes. 

¿A que a ti te ha pasado?

Pasan los días y tu vientre se rellena, poco a poco, desde el café de antes de salir de casa hasta la última ración de chopitos.

¡Hala! todos ahí, en fila india, por el intestino, queriendo salir y nada, que no hay manera. 

Que no. Que no es mi water, ¿que tendrá de especial? 

Blanco y de porcelana,  pero no hay nada como el water de uno.

Yo tengo un relato a mi water. Si queréis lo añado. Me va a regañar la jefa, por largo. Dice que no me leéis cuando lleváis un rato. Hay gente que cuando habla, al rato se pone en modo yoga. ¿si? ¿eso hacéis? Contestad malditos, aunque sea en anónimo.

El último día, el de vuelta a casa, ya te empieza a dar el apretón. Tu water desde casa te llama, te echa de menos. Pero tú no, ahí duro, dura diciendo: 

- Para lo que me queda, ya cuando llegue a casa. 

Y cargas tus maletas con dificultad, con el culo en el logopeda, diciendo:

- uuuuuyyyy, uuuuu yyyyyy, uuuuu...

¿Te empeñas en aguantar? 

Tus intestinos se revelan y dicen: 

- Ahora veras. 

Y viajas a casa apretando los cachetes. 

¡Ay perdón, ahora seré yo!

Apretando el ojete, descompuesto ya, con sudores de la muerte. Entras en tu ciudad, ¿trafico? ¡no!¿aparcamiento difícil? ¡no! todo se vuelve en tu contra. 

Abres el maletero y pasas de las maletas, que las roben, ¡ Qué me cago ! 

Perdón, hacer aguas mayores.

Llegas a casa y te das cuenta que no eres el único con esa manía. 

Una manada de cagalets corren hacia tu baño, como si de un maratón de San Antón se tratara, todos por el pasillo, corriendo, con el asterisco amenazando, con el zorullo sacando los ojos. 

Coges el manillón de la puerta y miras al otro cagalet con cara de desesperación y lástima ...  suplicando, sacando el interior del labio de abajo y subiendo las cejas por el centro.

Por fin entras, abres su tapa, esa tapa blanca, ovalada, tan distinta a las demás ¡que tendrá que no puedo mirar a otra! ¡ que tendrá!.

Te sientas, pero antes, te da tiempo de coger tu revista ¿eh? caducada desde hace un año, mojada y reseca, con las hojas revueltas. Así fuera el último suspiro de tu culo, el primer peo con peso considerable, ten daría tiempo, mmmm, que alegría! ya está aquí! ¿cuanto ha pesado?

Te sientas y ¡ah! lo dejas hacer. No tienes ni que pensar en apretar. Tu cara se relaja como después de un orgasmo, es lo más parecido, cagar en tu casa después de ocho días. Siempre hay cerca un espejo donde ver tu cara de felicidad. 

¡Y que la gente necesite dinero para ser feliz! 

¡Con lo bueno que es echar una cagada a gusto!

Si, todos cagamos, hasta la reina. Con el rey no te metas, que es mi padre.

P

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Este texto está que te cagas... jajajaja. Muy bueno! Los demas tamvien estan bien pero este esque es muy graciosooo.

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  3. Alicia, nunca releo mis relatos, necesitaba reírme desesperadamente. Lo hice, y me partí el culo. jajaja perdón. Que panzá de rellir, jjjajaj

    gracias por comentar, nadie deja propina. un beso

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